Jaén | Iglesia por el Trabajo Decente denuncia la indecente precariedad que sufren las trabajadoras del hogar

Después de la realización de un encuentro de oración y la concentración celebrados en la parroquia de san Félix de Valois de Jaén, la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente de Jaén ha emitido el comunicado Hacer visible el «trabajo invisible» que denuncia la situación de indecente precariedad del colectivo de empleadas de hogar.

Miembros de Cáritas, CONFER y HOAC (entidades promotoras de la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente), amigos, familiares y trabajadoras del hogar afectadas, han participado en un encuentro de oración, este sábado 6 de abril, en los salones de la iglesia de san Félix de Valois, organizado por la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC de Jaén).

En la oración, trabajadoras del hogar han compartido sus testimonios de vida, jornadas intensas sin descanso, sin días festivos, sin contrato, sin seguridad social, con salarios indignos, con accidentes laborales… Testimonios que ponen de manifiesto la indecente precariedad laboral que sufren y que ayudaron a los participantes a tener presente la realidad de su vida laboral, la de sus vecinas, familiares o compañeros.

A continuación, a la luz de textos del evangelio y de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI), juzgamos esta situación, tomando conciencia de la injusticia que supone si la confrontamos con la Palabra de Dios y la DSI, que plantean que todos los trabajadores deben recibir un salario justo y digno y con derechos, un trabajo decente.

Seguidamente, y partiendo de las enseñanzas del papa Francisco y de una de las 8 propuestas de Cáritas, ha presentado a los grupos políticos ante las elecciones del 28 de abril, que plantea la inclusión plena del empleo del hogar en el Régimen de la Seguridad Social, nos comprometimos como Iglesia en actuar para intentar transformar nuestro pequeño mundo, haciéndonos acompañantes de estas mujeres que sufren la indecente precariedad que Dios no quiere. Dios nos pide que nos encarnemos en esta realidad sufriente para dignificar el trabajo del hogar y sus condiciones así como su valoración social. Dios nos pide que defendamos un trabajo decente, un empleo con derechos y sin discriminación, en condiciones saludables, con remuneración suficiente y protección social.

Por último se realizó una concentración en la puerta de la Iglesia, para manifestar públicamente el apoyo de la Iglesia a la defensa de una condiciones de vida y trabajo dignas para las trabajadoras del hogar. Se leyó un comunicado y se entonó la canción “Pan y Rosas”, símbolo de la organización de mujeres trabajadoras en defensa de sus derechos. Las caretas que portaban quienes participaron en la concentración indicaban la invisibilidad de esta situación de desigualdad en el acceso al trabajo decente y la negación de dignidad que ello supone.

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 Comunicado Hacer visible el «trabajo invisible». 

«… porque sin nosotras no se mueve el mundo»

Este año la iniciativa Iglesia por el Trabajo decente de Jaén (promovida por Cáritas, CONFER y la HOAC) tenemos como prioridad denunciar la indecente precariedad a que se ven sometidos tantas y tantos trabajadores. Las trabajadoras del hogar son un caso evidente de esta indecente precariedad que, en ocasiones, raya la «semiesclavitud»:

1. En España hay unas 628.000 trabajadoras del hogar, pero solo 407.587 están afiliadas a la Seguridad Social. Cerca del 30% no están dadas de alta, con lo que no generan derecho a una pensión digna.

2. La media de los trabajadores con empleo a tiempo parcial está en el 14,6%, mientras que en este sector se alcanza el 54%.

3. Algunas están integradas ya en el Régimen General de la Seguridad Social, pero con un sistema especial que ocasiona unas condiciones de trabajo y de Seguridad Social muy desiguales para estas trabajadoras.

4. No tienen derecho a prestaciones por desempleo.

5. La jornada laboral está establecida en 40 horas semanales de trabajo efectivo, además de los tiempos de presencia a disposición del empleador que pudieran acordarse.

6. Si su trabajo es inferior a 60 horas mensuales, la responsabilidad de afiliación, alta, baja y cotización puede recaer sobre la empleada.

7. La Seguridad Social tolera que las empleadas del hogar cobren por debajo del salario mínimo.

8. La ley de extranjería alimenta la economía sumergida y condena a la clandestinidad, la exclusión y la precariedad al colectivo de empleadas del hogar, que está formado en un 90% por trabajadoras inmigrantes.

9. En ocasiones las empleadas del hogar internas padecen situaciones de semiesclavitud, trabajando las 24 horas del día, al estar a cargo de personas dependientes que precisan cuidados a cualquier hora.

10. Más del 90% de las internas no llegan a percibir el Salario Mínimo Interprofesional en metálico, como es de ley, por los descuentos abusivos de su manutención y alojamiento.

Como Iglesia gritamos con ellas:

¿Para cuándo el derecho a desempleo para las trabajadoras del hogar?

¿Para cuándo contratos legales para las trabajadoras del hogar?

¿Para cuándo pensiones dignas para las trabajadoras del hogar?

¿Para cuándo salarios justos para las trabajadoras del hogar?

¿Para cuándo la jornada de 8 horas para las trabajadoras del hogar?

¿Para cuándo la desaparición de los despidos sin causa para las trabajadoras del hogar?

Es hora de dignificar el trabajo del hogar y sus condiciones así como su valoración social.

Un trabajo decente es un empleo con derechos y sin discriminación, en condiciones saludables, con remuneración suficiente y protección social. El trabajo decente es un elemento para reducir la pobreza y es un objetivo muy importante al contribuir en logro de la inclusión social, erradicación de la pobreza, fortalecimiento de la democracia, desarrollo integral y realización personal.

Denunciamos la indecente precariedad que descarta a tantas personas del acceso a un «trabajo decente y no de cualquier modo», en palabras del papa Francisco. La Iglesia debemos ser una voz fuerte para denunciar todas estas injusticias, abrir los ojos a la sociedad y exigir plenos derechos para la trabajadora del hogar.

Apoyamos las 8 propuestas políticas que Cáritas presenta a los grupos políticos ante las elecciones del 28 de abril, para construir «una sociedad más justa» y para proteger “la dignidad de las personas y sus derechos”. La 4ª propuesta en síntesis exige:

La inclusión plena del empleo del hogar en el Régimen General de la Seguridad Social. Cáritas propone realizar los cambios legislativos necesarios para que las personas empleadas en este sector alcancen la plena equiparación de derechos y tengan garantizada una protección social completa, tal y como establece la Ley General de la Seguridad Social.

Nos comprometemos, como Iglesia encarnada en el mundo del trabajo, a colaborar al cambio de mentalidad y al cambio de las instituciones para que el trabajo decente sea una centralidad en la agenda política, social y eclesial y a colaborar en construir y dar visibilidad a experiencias alternativa en la forma de vivir personal y socialmente: frente al individualismo, comunión. Ante tanta fragilidad patente y profunda en las condiciones de vida y trabajo de las empleadas del hogar, manifestamos nuestra comunión acompañándolas en el proceso de promoción que garantice el respeto de su dignidad como personas y como hijas de Dios.

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